La importancia de invertir en formación y desarrollo goza de creciente reconocimiento. No disponer de un programa de reciclaje podría conllevar la pérdida de potencial de negocio.
Te desvelamos cómo una formación de tu plantilla basada en una estrategia influye positivamente en la satisfacción de los empleados y en los resultados corporativos.
Por qué debes invertir en tus empleados
Se está produciendo una revolución generacional. Se acabaron los días en los que la formación y el desarrollo se consideraban algo opcional. Actualmente, los empleados esperan desarrollar nuevas competencias a lo largo de su trayectoria profesional, con independencia de su posición en la empresa. Las estadísticas lo confirman: un estudio de Statistica realizado en 2021 reveló que el 76 % de los empleados de la generación Z considera que el aprendizaje es clave para su éxito profesional, seguidos de cerca por la generación Y (es decir, los millennials), con un 61 %.
La conclusión es sorprendente: sin un plan estructurado de formación y desarrollo, el personal buscará oportunidades de crecimiento en otros lugares y podría incluso sacrificar parte de su salario para trabajar en empresas que hacen de la formación una prioridad. A medida que los empleados más jóvenes se convierten en mayoría, la demanda de lugares de trabajo que valoren la formación y el desarrollo no hará sino ampliarse.
No obstante, no es solo cuestión de retener a los empleados: los nuevos empleados, especialmente aquellos recién graduados y aquellos nuevos en el sector, también valoran la formación. Al situar la formación y el desarrollo a la vanguardia de la cultura de tu lugar de trabajo, también tendrás más posibilidades de atraer a nuevos talentos.
El argumento de negocio a favor de la formación online
Incluso cuando los directivos reconocen los beneficios de los programas de formación y desarrollo, la rentabilidad de la inversión (ROI) puede ser a menudo difícil de determinar. Aunque el ROI depende en gran medida de la estrategia, algunas ventajas son fáciles de prever; por ejemplo, al formar al personal existente, se demuestra el valor que la cultura corporativa atribuye a los empleados, lo que a su vez mejora la marca, ya que es probable que el personal satisfecho publique sus valoraciones en las redes sociales.
Sin embargo, este tipo de ventajas pueden perderse fácilmente si no se cuenta con el proveedor de formación y desarrollo adecuado. Un programa de formación reputado debe estar certificado por normas reconocidas del sector, como el MCER en el caso del aprendizaje de idiomas. Dado que es probable que los empleados tengan una serie de compromisos laborales, también es crucial elegir un programa de formación y desarrollo que sea flexible. Aunque optar por seminarios internos y clases con horarios fijos puede parecer una buena idea en un principio, en la práctica, los cursos convencionales tienden a ser rígidos y difíciles de compatibilizar con las demás tareas diarias.
A diferencia de los centros de formación convencionales, la formación online permite al usuario seguir su propio ritmo, proporcionando una serie de módulos que pueden retomarse y completarse en cualquier momento, mejorando así las probabilidades de superar el curso y de obtener altas calificaciones. Asimismo, como el aprendizaje online es más fácil de supervisar y someter a seguimiento, las parámetros como la tasa de superación y el tiempo de finalización permiten calcular el ROI.
Utilizar métodos demostrados
A pesar de que existen numerosos marcos estratégicos que pueden utilizarse para desarrollar una estrategia de formación y desarrollo, nuestro favorito es el marco ACADEMIES concebido por McKinsey & Company, que adopta la siguiente estructura:
El marco se inspira en el estudio sobre formación y desarrollo de Nick Van Dam de 2008, que se centra en el papel estratégico que desempeña la formación en los siguientes cinco ámbitos empresariales.
Probablemente no haga falta decir que centrarse en cómo tus programas de formación ayudarán a sustentar y reforzar estos ámbitos empresariales contribuirá a proporcionar rigor y enfoque a tu estrategia de formación y desarollo.
Probar otros marcos
También puedes valorar la posibilidad de emplear tu estrategia de forma que garantice la consonancia con los objetivos de tu empresa e inspirarte en los marcos estratégicos de otras funciones empresariales, como el modelo SOSTAC (análisis situacional, objetivos, estrategia, táctica, acciones y control, por las siglas en inglés de «Situational Analysis, Objectives, Strategy, Tactics, Actions, Control»).
Implicar directamente a tu equipo
Aunque la elección de una estrategia de formación y desarrollo flexible y reputada puede ser una obviedad, es vital acertar con la decisión desde el principio. En primer lugar, debes realizar una evaluación de las lagunas de competencias en el seno de tu equipo para identificar los ejes de mejora o la falta de oportunidades de crecimiento que son comunes o que frecuentemente citan a título individual los miembros de tu plantilla.
Para ello, es esencial conversar con los responsables a todos los niveles. Se puede empezar con un cuestionario para toda la empresa, enumerando una serie de temáticas que podrían interesar a la plantilla, evaluando el interés que despierta cada una de estas y, partiendo de esta base, estudiar las opciones de formación y desarrollo disponibles para cubrir las lagunas.
Con base en las lagunas de competencias identificadas, el siguiente paso lógico es identificar la solución de formación. Sin embargo, con independencia del curso o del proveedor seleccionado, es vital asegurarse de que la empresa esté preparada para el futuro. Puede haber ejes de mejora susceptibles de integrarse en la formación que aún no son evidentes en el sector. También es necesario hacer un seguimiento de las encuestas sectoriales periódicas, y no solo de las de los empleados, para poder abordar las lagunas de competencias que probablemente surjan en el sector a medida que las empresas adquieran un posicionamiento internacional y dependan de las nuevas tecnologías.
Debe elegirse un proveedor que, ante todo, permita a los empleados adaptar su estrategia de formación a su estilo particular de aprendizaje. También se debe tratar de seleccionar una empresa que utilice la última tecnología para implantar programas de formación y que pueda ofrecer material didáctico escalable, proporcionando el mismo producto esencial a todos los empleados.
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